LECTIO DIVINA DOMINGO 13 DE ENERO DE 2013

LECTIO DIVINA

Fiesta del Bautismo del Señor Ciclo C

Enero 13 de 2013

“Aquí está mi siervo, a quien sostengo, mi elegido, en quien me deleito” 

                                                                                      Isaías 42, 1

PREPARACIÓN ESPIRITUAL

“Señor, ayúdanos a abrir el corazón a tu voz viva en la Biblia.

Infunde en nosotros la presencia de tu Espíritu.

Abre nuestro entendimiento, cambia nuestros puntos de vista,

sacúdenos de nuestras seguridades falsas.

Enséñanos a confiar sólo en Ti y en tu Palabra.

Haznos humildes, aumenta nuestra capacidad de escucha, mantennos atentos a las reflexiones de nuestros hermanos.  Ayúdanos a descubrirte en los demás.”

 

TEXTO BÍBLICO: Lucas 3, 15-16. 21-22

15 La gente estaba en gran expectativa, y se preguntaba si tal vez Juan sería el Mesías;

16  pero Juan les dijo a todos: «Yo, en verdad, los bautizo con agua; pero viene uno que los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias.

21 Sucedió que cuando Juan los estaba bautizando a todos, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, el cielo se abrió

22 y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma visible, como una paloma, y se oyó una voz del cielo, que decía: — Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.                        

 

1. LECTURA

¿Qué dice el texto?

ü Algunas preguntas para ayudarte en la lectura atenta…

¿Por qué la gente estaba con expectativa? ¿Es Juan el mesías? ¿Qué sucedió de extraordinario cuando fue bautizado Jesús? ü Algunas consideraciones para una lectura provechosa…

El relato del bautismo de Jesús es otra teofanía, es decir, Dios que se sigue manifestando. Esta vez aparece en escena toda la trinidad: el Padre que habla, el Hijo que recibe el reconocimiento del Padre y la gracia del Espíritu, y el Espíritu que desciende del cielo, de junto al Padre, se posa en el Hijo y lo llena de su gracia. Veamos uno por uno su participación en la escena.

Sabemos que el Padre es el Padre porque reconoce a Jesús como su Hijo y Jesús le reconoce como Padre. En el evangelio de hoy el Padre habla, como en otras veces del Antiguo Testamento, bajo la forma que caracteriza el hablar de Dios: una voz que sale de en medio de las

nubes del cielo. Suponemos que es una voz potente, que retumba, imponente. Esta vez habla para darnos a conocer lo que Jesús, su Hijo, representa para él: no sólo es su Hijo, sino que lo ama y tiene una predilección por él. Le da toda su aprobación, pues así da comienzo a la misión que Él mismo le ha encomendado.

La figura del Hijo está en el centro de la escena, en el agua y descendiendo sobre él el Espíritu Santo. Su papel es receptivo, pues aquí no ejecuta ninguna acción, pero si recibe la Palabra del Padre y la acción del Espíritu. Pero sí va hacia Juan Bautista para  ser bautizado por él en un bautismo de agua que es el que Juan puede ofrecerle, y así el Espíritu puede completar el bautismo en Espíritu al posarse sobre él.

Y del Espíritu Santo se nos dice que bajó en forma de paloma, pues la paloma es el símbolo del pueblo de Israel, de lo que representa el judaísmo, porque Jesús es un judío que viene a instaurar el reino de su Padre entre los hombres, entre todos los pueblos, empezando por los judíos que quieran aceptarlo y pertenecer a este reino. Así el judaísmo da paso a la nueva misión de Jesús que no viene a abolir la ley sino a darle cumplimiento. Además, la paloma en el contexto bíblico aparece por primera vez en el arca de Noé, es la que trae la esperanza de que algo nuevo y mejor comience; de ahí que en este relato represente que Jesús da inicio a la nueva creación, al nuevo hombre liberado del pecado  a partir del rito del bautismo.                        

 

2. MEDITACIÓN

¿Qué me dice el Señor a mí en el texto?

Comencemos nuestra meditación con las palabras del Papa Benedicto XVI a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud 2012:

“Queridos amigos, aprended a ver cómo actúa Dios en vuestras vidas, descubridlo oculto en el corazón de los acontecimientos de cada día. Creed que Él es siempre fiel a la alianza que ha sellado con  vosotros el día de vuestro Bautismo. Sabed que jamás os abandonará. Dirigid a

menudo vuestra mirada hacia Él. En la cruz entregó su vida porque os ama. La contemplación de un amor tan grande da a nuestros corazones una esperanza y una alegría que nada puede destruir. Un cristiano nunca puede estar triste porque ha encontrado a Cristo, que ha dado la vida por él”

1 . ¿Qué significado das a tu bautismo? ¿Vives tu vida cristiana conforme a tu bautismo? ¿Cuáles son las principales gracias que has recibido del Espíritu Santo a lo largo de tu vida cristiana?

¿Cuál crees que es la misión que Dios te ha encomendado en tu vida de cristiano?

 

3. ORACIÓN

¿Qué le respondo al Señor que me habla en el texto?

¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor! Por tu poder la Iglesia es bautizada, Descendiendo con Cristo en la muerte Y resurgiendo junto a él a una nueva vida.  Por tu poder, nos vemos liberados del pecado para convertirnos en hijos de Dios, el glorioso cuerpo de Cristo.  Por tu poder, todo temor es vencido, Y es predicado el Evangelio del amor En cada rincón de la tierra, para la gloria de Dios,

el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo

 

4. CONTEMPLACIÓN

¿Cómo hago propias en mi vida las enseñanzas del texto?

Las Palabras del Padre a Jesús en el bautismo no solo resonaron en aquel momento. También han de hacerlo en lo  profundo de nuestros corazones.  Siéntete hijo de Dios en Cristo por el bautismo, siente el gozo de tener un Papá que te ama   profundamente y te ha elegido desde antes que nacieras.

“Señor quiero ser tu hijo amado en Cristo, a quien has elegido”

 

5. ACCIÓN

¿A qué me comprometo para demostrar el cambio?

Ahora después de escuchar y meditar el evangelio, de sentir a Dios mismo que te habla…

¿Cómo puedes dar testimonio de la fuerza del bautismo en tu vida? Los jóvenes a tu alrededor ¿se sienten hijos de Dios? ¿Cómo puedes como joven vivir como hijo de Dios?

“Meditamos para recoger el amor de Dios como cuando las abejas han recogido la miel y la trabajan por el placer que encuentran en su dulzura” San Francisco de Sales