LOS DIEZ MANDAMIENTO DE DIOS

 

 

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44 Los diez mandamientos: un regalo de Dios - Presentation Transcript

  1. Los diez mandamientos: un regalo de Dios 44 GÉRÔME, Jean-Léon (1824-1904) Moisés en el monte Sinaí 1895-1900 Colección privada
  2. Compendio del Catecismo
    • 436. ¿Qué significa «Decálogo»?
    • 2056-2057
    • Decálogo significa las «diez palabras» que recogen la Ley dada por Dios al pueblo de Israel durante la Alianza hecha por medio de Moisés ( Ex 34, 28). El Decálogo, al presentar los mandamientos del amor a Dios (los tres primeros) y al prójimo (los otros siete), traza, para el pueblo elegido y para cada uno en particular, el camino de una vida liberada de la esclavitud del pecado.
  3. Introducción
    • El cumplimiento de los mandamientos es el camino para salvarse. El que los cumple, se salva; el que no, se condena.
    • Dios reveló a Moisés los diez mandamientos en el monte Sinaí: fueron grabados en dos tablas de piedra para que su pueblo nunca los olvidase.
    • Jesucristo perfeccionó la ley, y encomendó a la Iglesia que la guardara y enseñase a todos los hombres. El seguimiento de Jesucristo implica cumplir los mandamientos.
    MICHELANGELO Buonarroti Moisés 1515 S. Pietro in Vincoli, Roma
  4. Ideas principales
  5. 1. El fin del hombre
    • El fin último del hombre es dar gloria a Dios, amándole y obedeciéndole en la tierra, para ser feliz después con Él en el cielo.
    • ¿Cómo daremos gloria a Dios? Cumpliendo en todo momento su voluntad. Como somos seres libres, debemos asumirla con voluntad de amar y obedecer a nuestro Creador y Señor.
    • La voluntad divina se expresa fundamentalmente en los mandamientos de la ley de Dios.
    BOUTS, Dieric the Elder Ell camino al paraíso (detalle) 1450 Musée des Beaux-Arts, Lille
  6. 2. La ley eterna como ordenamiento de la creación a su fin
    • Contemplando las cosas creadas observamos que siguen unas leyes naturales.
    • Dios ha ordenado todas las cosas de modo que cada una cumpla su fin: los minerales, las plantas, los animales y el hombre.
    • Como ese orden está pensado y proyectado por Dios desde toda la eternidad, lo llamamos ley eterna .
    SAVERY, Roelandt El paraíso 1618 National Gallery, Praga
  7. 3. La ley natural como norma del hombre
    • El hombre, como ser libre, se orienta a su fin libremente tras conocer con la inteligencia la ley que Dios le ha dado y que descubre dentro de sí mismo.
    • A esa ley grabada por Dios en nuestro corazón la llamamos ley natural ; y como está escrita en la naturaleza humana, obliga a todos los hombres de todos los tiempos.
    • Al ser una participación de la ley eterna, el hombre no puede cambiarla, siendo, por tanto, universal e inmutable .
    Francisco de Goya (1746-1828) El Sueno de la razon produce monstruos c.1797-1799 Rijksmuseum, Amsterdam
  8. 4. A veces la ley natural es difícil de conocer
    • Los hombres tienen la ley natural grabada en el corazón. Con todo, el pecado original y los pecados personales posteriores oscurecen su conocimiento.
    • Para que con firme certeza y sin ningún error, los hombres conocieran lo que debían hacer para agradarle, Dios reveló los diez mandamientos.
    • Estos diez mandamientos ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto, indirectamente, los derechos fundamentales inherentes a la naturaleza de la persona humana.
    MANGILLI, Ada (1863-) El festival pagano 1884 Colección privada
  9. 5. La revelación de los mandamientos a Moisés
    • En el monte Sinaí, cuando el pueblo elegido había salido de Egipto, Dios anunció a Moisés los diez mandamientos o Decálogo, dándoselos esculpidos en dos tablas de piedra para que nunca se olvidara de cumplirlos.
    • Los mandamientos señalan de manera cierta y segura cómo debemos actuar. Dios manifiesta al hombre lo que es bueno y lo que es malo, lo que es verdadero y lo que es falso, qué es lo que le agrada y qué le desagrada.
    RENI, Guido Moisés 1600-10 Galleria Borghese, Roma
  10. 6. Jesucristo perfecciona la ley
    • La ley que Dios dio a Moisés en el Sinaí fue llevada a la perfección por Jesucristo, que se pone a sí mismo como modelo: " Yo soy el camino, la verdad y la vida " (Juan 14,6).
    • Después de amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas, nos manda que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado.
    • El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la ley.
    BLOCH, Carl Heinrich (1834-1890) Cristo enseñando en el Templo Colección pública
  11. 7. Obligación de cumplir los mandamientos
    • El hombre es libre. Si no observa la ley divina, comete pecado, ofende a Dios, y se hace daño a sí mismo y a los demás.
    • En cambio, cuando guarda los mandamientos, el hombre tiene la seguridad de estar en el buen camino.
    • No debemos sentirnos encorsetados por los mandamientos, sino tener la visión grande de que Dios quiere el bien el hombre, cuya libertad defiende y guarda con las normas.
    WATTS, George Frederick (1817-1904) Tiempo, muerte y juicio 1900 Tate Gallery, London
  12. 8. Cumplir los mandamientos por amor
    • Desde la conciencia de que los mandamientos son el camino -como una carretera bien señalizada, que manifiesta el modo de obrar rectamente y avisa de los peligros-, tenemos que decir que los diez mandamientos de la ley de Dios son una prueba del amor y de la misericordia de Dios, de Dios que nos amó primero.
    • Por eso hay que cumplirlos por amor. Es la respuesta que Dios espera de nosotros.
    DORÉ, Gustave (1832-1883) Los mártires cristianos Colección privada
  13. Propósitos de vida cristiana
  14. Propósitos para avanzar
    • Aprende los diez mandamientos de la ley de Dios.
    • Toma la firme determinación de cumplir siempre los mandamientos de la ley de Dios, apoyado en la gracia sobrenatural.

 

 

El Camino del Amor: la Vida Moral-Los Diez Mandamientos-Definición en Catecismo


DEFINICIÓN DE LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
SEGUNDA SECCIÓN


“Maestro, ¿qué he de hacer...?”

2052 ‘Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?’ Al joven que le hace esta pregunta, Jesús responde primero invocando la necesidad de reconocer a Dios como ‘el único Bueno’, como el Bien por excelencia y como la fuente de todo bien. Luego Jesús le declara: ‘Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos’. Y cita a su interlocutor los preceptos que se refieren al amor del prójimo: ‘No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás testimonio falso, honra a tu padre y a tu madre’. Finalmente, Jesús resume estos mandamientos de una manera positiva: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Mt 19, 16-19).

2053 A esta primera respuesta se añade una segunda: ‘Si quieres ser perfecto, vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme’ (Mt 19, 21). Esta res puesta no anula la primera. El seguimiento de Jesucristo implica cumplir los mandamientos. La Ley no es abolida (cf Mt 5, 17), sino que el hombre es invitado a encontrarla en la Persona de su Maestro, que es quien le da la plenitud perfecta. En los tres evangelios sinópticos la llamada de Jesús, dirigida al joven rico, de seguirle en la obediencia del discípulo, y en la observancia de los preceptos, es relacionada con el llamamiento a la pobreza y a la castidad (cf Mt 19, 6-12. 21. 23-29). Los consejos evangélicos son inseparables de los mandamientos.

2054 Jesús recogió los diez mandamientos, pero manifestó la fuerza del Espíritu operante ya en su letra. Predicó la ‘justicia que sobre pasa la de los escribas y fariseos’ (Mt 5, 20), así como la de los paganos (cf Mt 5, 46-47). Desarrolló todas las exigencias de los mandamientos: ‘habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás... Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal’ (Mt 5, 21-22).

2055 Cuando le hacen la pregunta: ‘¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?’ (Mt 22, 36), Jesús responde: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas’ (Mt 22, 37-40; cf Dt 6, 5; Lv 19, 18). El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la Ley:

En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud (Rm 13, 9-10).

2056 La palabra ‘Decálogo’ significa literalmente ‘diez palabras’ (Ex 34, 28 ; Dt 4, 13; 10, 4). Estas ‘diez palabras’ Dios las reveló a su pueblo en la montaña santa. Las escribió ‘con su Dedo’ (Ex 31, 18), a diferencia de los otros preceptos escritos por Moisés (cf Dt 31, 9.24). Constituyen palabras de Dios en un sentido eminente. Son transmitidas en los libros del Exodo (cf Ex 20, 1-17) y del Deuteronomio (cf Dt 5, 6-22). Ya en el Antiguo Testamento, los libros santos hablan de las ‘diez palabras’ (cf por ejemplo, Os 4, 2; Jr 7, 9; Ez 18, 5-9); pero su pleno sentido será revelado en la nueva Alianza en Jesucristo.

2057 El Decálogo se comprende ante todo cuando se lee en el con texto del Exodo, que es el gran acontecimiento liberador de Dios en el centro de la antigua Alianza. Las ‘diez palabras’, bien sean formula das como preceptos negativos, prohibiciones, o bien como mandamientos positivos (como ‘honra a tu padre y a tu madre’), indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida:

Si amas a tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás (Dt 30, 16).

Esta fuerza liberadora del Decálogo aparece, por ejemplo, en el mandamiento del descanso del sábado, destinado también a los extranjeros y a los esclavos:

Acuérdate de que fuiste esclavo en el país de Egipto y de que tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y con tenso brazo (Dt 5, 15).

2058 Las ‘diez palabras’ resumen y proclaman la ley de Dios: ‘Estas palabras dijo el Señor a toda vuestra asamblea, en la montaña, de en medio del fuego, la nube y la densa niebla, con voz potente, y nada más añadió. Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó a mí’ (Dt 5, 22). Por eso estas dos tablas son llamadas ‘el Testimonio’ (Ex 25, 169, pues contienen las cláusulas de la Alianza establecida entre Dios y su pueblo. Estas ‘tablas del Testimonio’ (Ex 31, 18; 32, 15; 34, 29) se debían depositar en el ‘arca’ (Ex 25, 16; 40, 1-2).

2059 Las ‘diez palabras’ son pronunciadas por Dios dentro de una teofanía (‘el Señor os habló cara a cara en la montaña, en medio del fuego’: Dt 5, 4). Pertenecen a la revelación que Dios hace de sí mismo y de su gloria. El don de los mandamientos es don de Dios y de su santa voluntad. Dando a conocer su voluntad, Dios se revela a su pueblo.

2060 El don de los mandamientos de la ley forma parte de la Alianza sellada por Dios con los suyos. Según el libro del Exodo, la revelación de las ‘diez palabras’ es concedida entre la proposición de la Alianza (cf Ex 19) y su ratificación (cf Ex 24), después que el pueblo se comprometió a ‘hacer’ todo lo que el Señor había dicho y a ‘obedecerlo’ (Ex 24, 7). El Decálogo no es transmitido sino tras el recuerdo de la Alianza (‘el Señor, nuestro Dios, estableció con nosotros una alianza en Horeb’: Dt 5, 2).

2061 Los mandamientos reciben su plena significación en el interior de la Alianza. Según la Escritura, el obrar moral del hombre adquiere todo su sentido en y por la Alianza. La primera de las ‘diez palabras’ recuerda el amor primero de Dios hacia su pueblo:

Como había habido, en castigo del pecado, paso del paraíso de la libertad a la servidumbre de este mundo, por eso la primera frase del Decálogo, primera palabra de los mandamientos de Dios, se refiere a la libertad: ‘Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre’ (Ex 20, 2; Dt 5, 6) (Orígenes, hom. in Ex. 8, 1).

2062 Los mandamientos propiamente dichos vienen en segundo lugar. Expresan las implicaciones de la pertenencia a Dios instituida por la Alianza. La existencia moral es respuesta a la iniciativa amorosa del Señor. Es reconocimiento, homenaje a Dios y culto de acción de gracias. Es cooperación con el designio que Dios se propone en la historia.

2063 La alianza y el diálogo entre Dios y el hombre están también confirmados por el hecho de que todas las obligaciones se enuncian en primera persona (‘Yo soy el Señor...’) y están dirigidas a otro sujeto (‘tú’). En todos los mandamientos de Dios hay un pronombre personal en singular que designa el destinatario. Al mismo tiempo que a todo el pueblo, Dios da a conocer su voluntad a cada uno en particular:

El Señor prescribió el amor a Dios y enseñó la justicia para con el prójimo a fin de que el hombre no fuese ni injusto, ni indigno de Dios. Así, por el Decálogo, Dios preparaba al hombre para ser su amigo y tener un solo corazón con su prójimo... Las palabras del Decálogo persisten también entre nosotros (cristianos). Lejos de ser abolidas, han recibido amplificación y desarrollo por el hecho de la venida del Señor en la carne. (S. Ireneo, haer. 4, 16, 3-4).

El Decálogo en la Tradición de la Iglesia

2064 Fiel a la Escritura y siguiendo el ejemplo de Jesús, la Tradición de la Iglesia ha reconocido en el Decálogo una importancia y una significación primordiales.

2065 Desde san Agustín, los ‘diez mandamientos’ ocupan un lugar preponderante en la catequesis de los futuros bautizados y de los fieles. En el siglo XV se tomó la costumbre de expresar los preceptos del Decálogo en fórmulas rimadas, fáciles de memorizar, y positivas. Estas fórmulas están todavía en uso hoy. Los catecismos de la Iglesia han expuesto con frecuencia la moral cristiana siguiendo el orden de los ‘diez mandamientos’.

2066 La división y numeración de los mandamientos ha variado en el curso de la historia. El presente catecismo sigue la división de los mandamientos establecida por san Agustín y que ha llegado a ser tradicional en la Iglesia católica. Es también la de las confesiones luteranas. Los Padres griegos hicieron una división algo distinta que se usa en las Iglesias ortodoxas y las comunidades reformadas.

2067 Los diez mandamientos enuncian las exigencias del amor de Dios y del prójimo. Los tres primeros se refieren más al amor de Dios y los otros siete más al amor del prójimo.

Como la caridad comprende dos preceptos en los que el Señor condensa toda la ley y los profetas..., así los diez preceptos se dividen en dos tablas: tres están escritos en una tabla y siete en la otra. (S. Agustín, serm. 33, 2, 2).

2068 El Concilio de Trento enseña que los diez mandamientos obligan a los cristianos y que el hombre justificado está también obligado a observarlos (cf DS 1569-1670). Y el Concilio Vaticano II afirma que: ‘Los obispos, como sucesores de los apóstoles, reciben del Señor... la misión de enseñar a todos los pueblos y de predicar el Evangelio a todo el mundo para que todos los hombres, por la fe, el bautismo y el cumplimiento de los mandamientos, consigan la salvación’ (LG 24).

La unidad del Decálogo

2069 El Decálogo forma un todo indisociable. Cada una de las ‘diez palabras’ remite a cada una de las demás y al conjunto; se condicionan recíprocamente. Las dos tablas se iluminan mutuamente; forman una unidad orgánica. Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros (cf St 2, 10-11). No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creador. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus creaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre.

El Decálogo y la ley natural

2070 Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ‘ley natural’:

Desde el comienzo, Dios había puesto en el corazón de los hombres los preceptos de la ley natural. Primeramente se contentó con recordárselos. Esto fue el Decálogo. (S. Ireneo, haer. 4, 15, 1).

2071 Aunque accesibles a la sola razón, los preceptos del Decálogo han sido revelados. Para alcanzar un conocimiento completo y cierto de las exigencias de la ley natural, la humanidad pecadora necesitaba esta revelación:

En el estado de pecado, una explicación plena de los mandamientos del Decálogo resultó necesaria a causa del oscurecimiento de la luz de la razón y de la desviación de la voluntad. (S. Buenaventura, sent. 4, 37, 1, 3).

Conocemos los mandamientos de la ley de Dios por la revelación divina que nos es propuesta en la Iglesia, y por la voz de la con ciencia moral.

La obligación del Decálogo

2072 Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez mandamientos están grabados por Dios en el corazón del ser humano.

2073 La obediencia a los mandamientos implica también obligaciones cuya materia es, en sí misma, leve. Así, la injuria de palabra está prohibida por el quinto mandamiento, pero sólo podría ser una falta grave en razón de las circunstancias o de la intención del que la profiere

“Sin mí no podéis hacer nada”

2074 Jesús dice: ‘Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí como yo en él, ése da mucho fruto; porque sin mí no podéis hacer nada’ (Jn 15, 5). El fruto evocado en estas palabras es la santidad de una vida hecha fecunda por la unión con Cristo. Cuando creemos en Jesucristo, participamos en sus misterios y guardamos sus mandamientos, el Salvador mismo ama en nosotros a su Padre y a sus hermanos, nuestro Padre y nuestros hermanos. Su persona viene a ser, por obra del Espíritu, la norma viva e interior de nuestro obrar. ‘Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado’ (Jn 15, 12).

 

EXAMEN DE CONCIENCIA 
Traducido de: " Brother, save yourself "
by very Rev. James Alberione, S.S.P, S.T.D

[1]   Yo soy el Señor tu Dios. No tendrás dioses extraños.

  • Le doy tiempo al Señor diariamente en oración?
  • Busco amarle con todo mi corazón?
  • He estado envuelto en prácticas supersticiosas o en algo de ocultismo?
  • Busco entregarme a la palabra de Dios como lo enseña la Iglesia?
  • He recibido la Sagrada Comunión en estado de pecado mortal?
  • He dicho deliberadamente en la confesión alguna mentira o le he omitido algún pecado mortal al sacerdote?

 

 

2

]     No juraras el Santo nombre del Señor en vano.

  • He usado el nombre del Señor en vano, ligeramente o descuidadamente?
  • He estado enojado con Dios?
  • Le he deseado maldad a alguna persona?
  • He insultado una persona consagrada o he abusado de algún objeto sagrado?

 

3]     Asistir a misa todos los Domingos y fiestas de guardar.

 

  • He faltado deliberadamente a la misa los Domigos o Dias santos de guardar?
  • He tratado de observar el Domingo como un día de la familia y como día de descanso?
  • Hago trabajos innecesarios el día Domingo?

 

 

4]     Honrar a Padre y Madre.

 

Honro y obedezco a mis padres?

  • He abandonado mis deberes para con mi esposa y mis hijos?
  • Le he dado a mi familia buen ejemplo religioso?
  • Trato de traer la paz a mi vida familiar?
  • Me preocupo por mis parientes de edad avanzada o enfermos?

 

 

5

]    No matar

  • He tenido algun aborto o le he dado coraje a alguien para que lo tenga?
  • He herido físicamente a alguien?
  • He abusado del alcohol o de las drogas?
  • Le di algun escandalo a alguien, y de esa manera le llevé al pecado?
  • He estado enojado o resentido?
  • He llevado odio en mi corazón?
  • Me he hecho alguna mutilación con algun método de esterilización?
  • He favorecido o me he puesto a favor de la esterilización?

[

6]    No cometer adulterio

 

  • He sido fiel a los votos de mi matrimonio en pensamiento y en acción?
  • He tenido alguna actividad sexual fuera de mi matrimonio?
  • He usado algún metodo anticonceptivo o algun metodo de control artificial de nacimiento en mi matrimonio?
  • Ha estado cada acto sexual de mi matrimonio abierto a la procreación?
  • He estado culpable de masturbación?
  • He buscado controlar mis pensamientos?
  • He respetado todos los miembros del sexo opuesto, o he pensado de la ellos como si fueran objetos?
  • He tenido actividades homosexuales?
  • Busco ser cásto en mis pensamientos, palabras y acciones?
  • Me cuido de vestir modestamente?

 

 

7]    No hurtar.

 

  • He robado lo que no es mío?
  • He regresado o he hecho restitución por lo que he robado?
  • Desperdicio el tiempo en el trabajo, en la escuela o en la casa?
  • Hago apuestas excesivamente, negándole a mi familia sus necesidades?
  • Pago mis deudas prontamente?
  • Busco compartir lo que tengo con los pobres?

 

 

8]     No levantar falsos testimonios ni mentir

 

  • He mentido?
  • He chismoseado?
  • He hablado a las espaldas de alguien?
  • He sido sincero en mis negocios con otros?
  • Soy crítico, negativo or falto de caridad en mis pensamientos de los demás?
  • Mantengo secreto lo que debería ser confidencial?

 

 

9]     No desear la mujer del projimo

 

He consentido pensamientos impuros?

  • Los he causado por leyendas impuras, películas, conversaciones o curiosidad?
  • Busco controlar mi imaginación?
  • Rezo immediatamente para desvanecer pensamientos impuros o tentaciones?

[10]     No desear los bienes ajenos.

Soy envidioso de las pertenencias de los demás?

  • Siento envidia de otras familias o de las posesiones de otros?
  • Soy ambicioso o egoista?
  • Son las posesiones materiales el propósito de mi vida?
  • Confío en que Dios cuidará de todas mis necesidades materiales y espirituales?

 

Imprimatur:
+ Francis Cardinal Spellman
   Archbishop of New York
Nihil Obstat:
  John M.A. Fearns, S.T.D
  Censor Librorum

Si usted se da cuenta de que no está haciendo lo correcto, entonces arrepiéntace.
Venga al Señor con un corazón humilde y contrito.

Acto de contrición

*    *    *
Jesús instituyó el Sacerdocio el Jueves Santo después de la última cena, El también instituyó el Sacramento de Reconciliación o Penitencia en la tarde de la Resurrección cuando se le apareció a los Apóstoles y les dió el poder de perdonar los pecados. (también a los sacerdotes)

Juan 20:21-23
    21    Jesús les dijo otra vez: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
    22    Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
    23    A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
 

Acerca de la confesión con el Sacerdote
Palabras

ACTO DE CONTRICION 

Señor mío Jesucristo

"Señor mío Jesucristo. Dios y Hombre verdadero. Creador, Padre y Redentor mío. Por ser vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderte, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.

Os ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Así como os suplico, así confío en vuestra Divina Bondad y Misericordia Infinita. Me perdonareis por los méritos de vuestra Preciosa Sangre, Pasión y Muerte y me daréis vida y gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. Amen.

Amén"Acerca de la Confesión con el Sacerdote

hicieras conmigo, y Yo te llenaré con My Luz...

Así estuviera un alma como un cadáver descompuesto, de  tal manera que desde el punto de vista humano no hubiera esperanza de restauración y que todo ya estuviera p

Palabras del Señor a la Hermana Faustina Kowalska de Polonia (beatificada)

Cuando tu vayas a la confesión, a esta fuente de  Misericordia; la Sangre y Agua que fluyó de my Corazón siempre fluye sobre tu alma... En el Tribunal de la Misericordia [El Sacramento de la Reconciliación] ... los milagros mas grandes toman lugar y se repiten  incesantemente ...Aquí la miseria del alma se encuentra con el Dios de Misericordia.
Vengan con fe a los pies de mi representativo... Yo mismo estoy esperandoles allí. Yo tan solo estoy escondido por el Sacerdote... Yo mísmo actúo en tu alma... Haz tu  confesión ante Mi.
La persona del Sacerdote es, para mi, solamente una  pantalla. Nunca analices que clase de Sacerdote es que Yo estoy usando; ábrele tu alma en la confesión como si lo

erdido, no es así con Dios.
El milagro de la Divina Misericordia restaura esa alma en plenitud.... Desde esta fuente de Misericordia las almas atraen gracias solamente con la vasija de la confianza. Si su confianza es grande, no hay limite a mi generosidad.


Nuestro Señor ha enfatizado la necesidad de que nosotros vayamos a la confesión y de que le recibamos en la Sagrada Eucaristía para que podamos obtener los mas  grandes regalos de su Misericordia.

Como Católicos tenemos la fuente de Misericordia en el confesionario y en la Preciosa Sangre de la Eucaristía.

Proclamemos este mensaje.

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Los diez Mandamientos    

El Trabajo de Dios